jueves, 17 de abril de 2008

FLASHBACK 4: FIRMAFOBIA


Firmafobia, tengo firmafobia, ¿como que que es? si está clarísimo y explicado, según la Real Academia Española y la Wikkipedia firmafobia no significa una mierda y hace tiempo que no me mandan ni tan siquiera negativas ante mi insistencia de incluir esa palabra en sus archivos, ellos sabrán, incultos, pero sé que la padezco y creo que me acuerdo más o menos del acto causante de mi fobia, a duras penas logro firmar algo sin antes analizar de forma demente donde va a estar impresa y que estoy autorizando o aceptando, sea un documento o un recibo de la tarjeta de crédito, o.... ....o una jodida tarjeta de felicitación de cumpleaños.

He recordado gracias a esas operaciones de la vida cotidiana a las que todos tarde o temprano hacemos frente, hace poco me tocó firmar unos documentos de un nota (¿o era notario?) y ante la cuantiosa pila de papeles que me ofreció decidí leerlos uno por uno, con calma, provocando la incomodidad del nota/rio que poco pudo aguantar el panorama.

Notario: Se le entrega una copia para que examine el contrato con calma punto por punto... ...en su casa.
Cassius: Son manías que uno tiene, jeje.
Notario: Y yo tengo prisa caballero.

Hijo de...

Cassius: Enseguida los firmo, perdone, es la costumbre.

Pero muy cabezota con mis manías continúo con mi lectura, por lo menos la letra grande y disfrutando de la banda sonora de resoplidos y/o bufidos del notario, que interpreto como pequeños achuchones ante mi pasividad con el bolígrafo.

¿La causa de esa manía? Ufff, hay que moverse bastante, la mañana de un sábado (no recuerdo el mes) de 1987.

Comienza el flashback.

Soy de familia medianamente numerosa, Papá, Mamá, mi hermano Risco, mi hermana Ina y yo el último de la lista, mis hermanos mayores Risco e Ina son la parejajita que me hizo las mayores perrerías imaginables, a día de hoy cuando logramos sacar tiempo de nuestras rutinas diarias para reunirnos (los 3 hermanos) comentamos algunas de esas perrerías de forma divertida, pero os voy a contar un secreto, al hacer memoria, recuerdo que en el momento de sufrir dichas "putadas" no me hacían ni puñetera gracia, pero el tiempo lo cura todo, menos mal.

Eramos tres pequeños en casa y por supuesto era mío el rango de enano de la casa y la preferencia ante la atención de mamá y papá, y lo disfrutaba, vaya que sí. Pero esa era la chispa que encendía la ira de mis hermanos ya abandonados de los mimos y antojos.

Y me lo hacían saber cada vez que tenían ocasión, preferiblemente cuando nos quedábamos sólos, joder, hasta los 10 años creía que mi nombre era ¡Cállate!...

A lo largo de la mañana me tocó hacer un par de tareas en casa (las peores, como siempre) pero nada que ocupara más de una o dos horas de trabajo con mala gana, disfrutamos de la sesión matinal de dibujos animados y cuando se aproximaba la hora del mediodía e intuyendo la llegada de mamá a casa preparamos la mesa. Trabajaba en la cocina de un hotel con turno partido y solía traer a casa comida ahorrando algo de dinerillo, plato principal y postre siempre era una sorpresa dependiendo del menú del día, pero salvo algún que otro potaje que a duras penas tragabamos todo lo que traía solía encantarnos. Ese día cuando llegó a casa y salimos a ayudarla con las bolsas bajó del coche algo más que la comida, una pelota de plástico de playa, amarilla, coloreada como un balón de futbol reglamentario y envuelta en una red blanca de la cual colgaría el super de playa del que tenía pinta de proceder, de esas que pateas y describen 364 curvas en el aire y con suerte no se las lleva el viento, pero un regalo que con lo difícil que estaba la economía en casa era un gran detalle.

Mamá- Hola niños, que tal todo, espero que bien, faltan servilletas, lavaos las manos que vengo cansadíiiiisima.

Detallista al máximo y para que engañarnos, algo fría a veces, sobre todo cuando salía de trabajar, se le veía agotada y con ganas de comer algo e irse a la cama, pero mi atención seguía perteneciendo a la pelota amarilla, hasta olvidé la curiosidad por descubrir el menú de hoy, ni tan siquiera el postre lograba distraerme de mi objetivo, toda mi atención era canalizada en la pelota amarilla. Para mi desgarcia no era el único que sentía atracción por aquel objeto...

Risco- ¿Y eso mamá?
Mamá- ¿Eso qué?
Cassius- La pelota mamá.

Siento la maquiavélica mirada de Risco.

Mamá- Ah esto, toma Cassius me la encontré al salir del trabajo, si has hecho los deberes del fin de semana puedes jugar un rato, pero no dentro de casa ¿vale?
Cassius- Por supuesto.
Risco- Eh que nos es para tí sólo.
Mamá- Risco, tienes un examen el lunes y tu hermana también, os quiero ver estudiando.
Risco- Pero...
Mamá- Llevais mal las notas así que el fin de semana toca estudiar y deja al niño con la pelota que tú ya eres mayorcito.

Pa tí, le contesto a mi hermano telepáticamente, pero no parece enterarse, tengo que pulir mis superpoderes.

Risco acepta, no muy convencido y yo victorioso dejo el balón donde pueda verlo y me apodero de una silla de espaldas al televisor que solía emitir mientras comíamos las aburridas noticias. Una hora después de la comida mamá ya ronca en su habitación, llegó el momento de hacer uso y disfrute de mi tesoro... de mi regalo.

Risco- ¿Donde vas con la pelota? Mamá está acostada, a ver el ruido que haces.
Ina- Como molestes con el ruido te la quito.
Cassius- Tranquilos parejita, haré tan poco ruido que no os molestaré mientras estudiais.
Ina- Niñato.
Risco- Métetelo por el...

Me aparté a una distancia prudencial de la casa, comencé a patear la pelota contra la pared del garaje, sólo, como siempre, pero el objetivo de entretenerme se cumplía a la perfección, logré olvidar la mirada amenazante con la que mis hermanos me acompañaron hasta la salida de casa... Bah, que se jodan, pensé, claro Cassius claro, se olvidarán de tu arrogancia y trato de favor por parte de mamá o papá, como hacen siempre, claro que sí.

Pasó bastante tiempo hasta que algo logró distraerme de mi afanada tarea de golpear la pelota, esta vez haciendo puntería en una mancha de humedad de la pared, el agudo y chirriante sonido de la puerta del garaje al abrirse nos dió una pausa a mí y mi nueva mejor amiga, la pelota amarilla.

Mamá- Cassius me voy, dame un beso y portate bien, si quieres merendar tus hermanos van a hacer tortitas.
Cassius- Muuua, chao mamá, sí que tengo hambre, adiós.

Según me acercaba pude ver a Ina y Risco a través de la ventana de la cocina, atareados en la elaboración de las tortitas.

Cassius- mmm, vais a hacer tortitas me ha dicho mamá, ¿necesitais ayuda?

Ufff, son tortitas, merece la pena actuar con tacto.

Risco- Sí pero no hace falta ayuda, enciende la tele un rato si quieres hasta que terminemos, yo te aviso.
Cassius- Saco los cubiertos y mermelada y eso si quereis.
Ina- No te preocupes, eso lo hago yo, sientate a ver la tele que ya te avisamos.

Estarán de buen humor, pienso, ignorante del trato más que sospechoso al que no suelo estar habituado por parte de mis "adorables" hermanos, todavía conservo algo de esa inocente forma que tengo de interpretar los gestos amables de la gente, no tanto como antes pero algunas cosas continúo pasando por alto.

Todo estaba delicioso, me sirvieron tres tortitas y casi reviento, ni tuve que limpiar, extraño pero es así, mientras recogen la mesa y limpian los platos yo veo los dibujos tranquilamente.

Ina- ¿Te gustaron las tortitas Cassius?
Cassius- Mucho, gracias Ina.
Risco- Mañana tenemos un examen, vamos a estudiar a la habitación tu quédate aquí tranquilo con los dibujos, no salgas sin pedir permiso.
Cassius- Ok, aquí me quedo.

Abandonan la sala y pasado un rato aparecen con un sobre en la mano.

Risco- Cassius, ¿sabes que mañana es el cumpleaños de mamá?
Cassius- ¿De verdad? No tenía ni idea tío, ¿que hacemos?
Ina- Mira, hemos comprado un regalo y estamos escribiendo una tarjeta porque queremos que tú también participes, cuando llegue por la noche se lo damos los tres juntos ¿ok?
Cassius- ¿Que le comprasteis?
Risco- Un libro, toma esto y firma aquí junto a las nuestras.
Cassius- ¿Con un lápiz?
Ina- Da igual luego lo repaso con el rotulador y queda más bonito, eso es por si nos equivocamos o hay que borrar algo.
Risco- Claro, primero se hace a lápiz y luego se repasa, tú firma.
Cassius- Vale.

Y firmé...

21:00 Los tres duchados y con una taza de leche con cereales ya reposando en el estómago veíamos la televisión cuando el sonido del motor del coche de mamá nos llegó por la ventana de la sala, bien, era hora de la sorpresa, todo estaba preparada, cuando entrara por la puerta yo le daría la nota a mamá y luego ellos el regalo, todo perfecto y estudiado.

La puerta se abre.

Mamá- Hola niños, uy, que haceis los tres ahí plantados, que habreis hecho.
Ina- Nada mamá, Cassius te quiere dar una cosa.
Cassius- Creía que...
Risco- Dale la nota tonto cuando la lea le damos "eso".
Cassius- Toma mamá, felicidades.

A mi espalda escucho el susurro de una risita mientras mamá coge la nota de mis manos y la abre, aquí pasa algo raro...

Mamá- A ver, una nota, ¿y esto?
Ina/Risco- Léelo mamá.
Mamá- mmm, a ver,
Yo, Cassius, cedo la poseción de este balón a mis hermanos Risco e Ina por medio de este documento que he aprovado tras negociar y aprovar dicha operación con los beneficiarios, así lo demuestro a través de mi firma personal e intransferible. Firmado: Cassius

Mis hermanos rien a carcajadas, lloro desesperado tras tragarme que el documento tiene veracidad, desesperado ante lo que parece la pérdida legal de mi tesoro, mi regalo, mamá se rie ante la picardía de sus hijos y la inocencia del pequeñín, yo sigo llorando pero no me hacen caso y mi madre se limita a romper el papel y soltarles en un tono que no me pareció nada represivo que no hagan esas cosas que son mayorcitos.

Eso era yo para mis hermanos de pequeño, un conejillo de indias hacedor las veces de sparring humano, y otra cosa, la Firmafobia existe, doy fé.

Hasta otro Flashback.

8 comentarios:

EasyCure dijo...

Muy bueno señor Cassius, a pesar del 'estampillazo' que le dieron sus hermanos solo ha conservado una ligera fobia ha poner su firma en cualquier parte... jajaja ¡que deportividad!

Jajaja me he reido mucho con tu estilo camarada y si hay sitio, me acomodo en el Flashback.

Saludos notariales ;) jejeje
(...y ese encima cobra!!)

Cassius dijo...

Sobra sitio, estás en tu casa.

Más me he reido yo con tu vena creativa, casi se me sale el café por la nariz esta mañana leyendo "Water Wars", hay que ver como te lo curras jajajaja sigue así por favor, a ver si aprendo algo.

Saludos Easy y gracias por tu visita.

¡¡Firmafobia!!

Miry dijo...

Hola!

Gracias por pasarte por mi blog!!
No sé si es de amor o no,no tengo pensado cómo va a acabar, salió solo...

¿Ojos de gata? Me han dicho de todo sobre mis ojos, pero eso no jeje...


Un saludo!

Cassius dijo...

No hay de que Miry, es un placer visitar sitios donde encontrar algo interesante que leer.

Saludos y hasta otra ocasión, señorita.

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Gracias por tu comentario.Si no te importa, te he añadido en mi blog como sitio de obligada visita.
Un cordial salu2.

Cassius dijo...

Ave Cornelivs!!!

Como me va a importar, es perfecto integrarme poco a poco en esta comunidad y agradezco tu interés, cuando me maneje un poco mejor también colocaré un par de cosillas por aquí y por alla, gracias de nuevo por tu interés, saludos camarada.

Misaoshi dijo...

ai diox pobrecito jajajaja yo en este caso era la mayor y sieeeeempre me llevaba palizas de mis hermanos pequeños y luego mis padres me reñían por llorar que yo era la mayor eh? xD ahora me río pero de pequeña lo odiaba U_U

supongo que nos pasa a todos

Cassius dijo...

Misaoshi eso sí que jode de verdad, tengo un amigo con un hermano 6 años menor que él pero son David y Goliat, un espectáculo un día que el pequeño le hechaba la bronca al mayor por no se que movida con el coche que compartían y por consiguiente apenas tocaba mi colega, sí que pasa sí, aunque tienes la ventaja táctica de manejarte en este mundo mejor que el inexperto pero descomunal hermano mayo y eso lo aprovecha bastante bien mi atormentado amigo todo sea dicho.
Ya sabes, lo que no mata... ...te deja para el arrastre o te hace más fuerte, no me acuerdo muy bien como era el dicho.
Saludos.